El sensor AP300 es el punto de partida perfecto para mediciones de pH o redox (ORP). Económicos en desembolso, pero lo suficientemente potentes para la mayoría de las aplicaciones estándar, estos sensores de cuerpo PPS (Ryton) y PVDF operan a 105 ° C (221 ° F) y 6 bar (90 psi). Respaldado por un electrolito lleno de gel, sin mantenimiento, las versiones de bulbo y vidrio plano garantizan un rendimiento robusto y una resistencia excepcional a los revestimientos en línea. Con la flexibilidad de los métodos de montaje, la gama proporciona una tecnología sencilla y efectiva que permite la personalización in situ.
El sensor AP300 es el punto de partida perfecto para mediciones de pH o redox (ORP). Económicos en desembolso, pero lo suficientemente potentes para la mayoría de las aplicaciones estándar, estos sensores de cuerpo PPS (Ryton) y PVDF operan a 105 ° C (221 ° F) y 6 bar (90 psi). Respaldado por un electrolito lleno de gel, sin mantenimiento, las versiones de bulbo y vidrio plano garantizan un rendimiento robusto y una resistencia excepcional a los revestimientos en línea. Con la flexibilidad de los métodos de montaje, la gama proporciona una tecnología sencilla y efectiva que permite la personalización in situ.