Por: Schneider Electric
Según el Persistence Market Research, se espera que el mercado global de maquinaria inteligente crezca hasta los 258,5 mil millones de dólares para 2024, un aumento de CAGR del 18,8% con respecto a 2016. Muchos usuarios finales compran máquinas inteligentes para evitar los altos costes de mantenimiento de la maquinaria heredada y sus tiempos de inactividad impredecibles. La alta demanda y las exigencias de los clientes están llevando a los fabricantes de maquinaria (OEMs) a construir máquinas inteligentes y a renovar sus operaciones para poder competir en este nuevo mercado digitalizado.
Un componente crítico para desbloquear el potencial de estas máquinas es el sistema de control inteligente. En la Industria 4.0, los sistemas de control de maquinaria incluyen controladores lógicos programables (PLC) que pueden realizar un control en tiempo real y una integración estandarizada en diferentes arquitecturas (OPC UA). Con el Internet industrial de las cosas (IIoT), los controladores perimetrales habilitados para IIoT recopilan datos de los dispositivos conectados y permiten analizar y monitorizar esos datos, tanto en las instalaciones como en la nube, de manera segura.
Ahora, los OEMs pueden adelantarse a sus competidores al implementar controladores con una conectividad avanzada, que generen flujos de ingresos anuales gracias a nuevos servicios digitales y que ayuden a los usuarios finales a aprovechar todo el potencial del Big Data.
3 factores para configurar un sistema de control inteligente
Los responsables del diseño técnico de OEMs que construyen y configuran maquinaria inteligente, y los directores de ventas y marketing encargados de venderlas, necesitan estrategias claras para abordar múltiples escenarios y necesidades en los usuarios finales.
En un entorno de fabricación digital, podemos dividir estos escenarios en tres grupos:
- Máquinas pequeñas independientes: estas máquinas funcionan de forma independiente en la fábrica y no forman parte de un proceso integrado. Su tamaño reducido, su fiabilidad, rentabilidad y rápida puesta en marcha las hace muy llamativas. Su configuración óptima está enfocada a ahorrar costes gracias a una programación e integración fáciles (que no comprometen el rendimiento), y además cuentan con E/S adicionales para componentes de campo como la seguridad. En este escenario, el PLC es un dispositivo crítico para abordar las necesidades del usuario final. Algunos fabricantes, como Schneider Electric, ofrecen herramientas online para PLCs que facilitan una sencilla selección y configuración, una fácil programación, y una producción de máquinaria continua.
- Máquinas grandes con capacidades de conectividad y gestión remota: este tipo de maquinaria generalmente realiza numerosas funciones, puede requerir múltiples operadores y, a menudo, está conectada a varios dispositivos de terceros. Estas máquinas suelen proporcionar funciones de gestión de alarmas, control de acceso y registro de datos. También se pueden conectar a una red para permitir la monitorización y el mantenimiento remotos a través de Ethernet y ofrecer información histórica y de producción, además del estado de la máquina. En estos entornos se necesita un control flexible y escalable de la máquina, para mejorar la eficiencia a medida que cambian las condiciones del mercado. Los PLCs más potentes utilizados en estas máquinas deben controlar dispositivos como actuadores de movimiento y accionamiento, E/S remotas y otros elementos descentralizados.
- Máquinas grandes, complejas y multifunción para líneas de fabricación: esta compleja maquinaria generalmente integra múltiples máquinas de línea, multifunción, que operan a altas velocidades, con diagnósticos fiables y fáciles, que permiten responder rápidamente a los cambios de producción. Deben ser fáciles de diseñar, de diseño flexible, simples de conectar y rápidos de integrar. Están controladas por lógica y movimiento, y están preparadas para el IIoT. Una potente nueva generación de PLCs (como el Modicon M262 de Schneider Electric) puede controlar esta serie de máquinas conectadas como una gran unidad. Los operadores, los gerentes de la línea de producción y el personal de mantenimiento interactúan con la máquina y requieren diagnósticos potentes y capacidades sofisticadas de monitorización en remoto. La flexibilidad, la fiabilidad y la seguridad son clave en este entorno.